jueves, 9 de marzo de 2017

ELSA LÓPEZ




¡Ay, paloma, mi pecho!
No enseñes el dolor que te hace leve.
No pronuncies el nombre que te delataría.
Sobrevuela el espacio que ocupo por tu boca,
lánzate valerosa sobre mis ojos tristes
y devora la lágrima que convive conmigo.
Que el rey y señor mío
no sepa que en mis brazos han florecido albahacas.
Él es cruel y no entiende que nuestro amor es alto.

No vayas por el aire,
que él es halcón furtivo y ha afilado sus garras
para hincarlas a muerte sobre tu piel reseca.
Que piensa devorarte
y arrastrar tus cabellos por las tierras de Ammán.
Ha propuesto a la corte
que se dicten las leyes necesarias y urgentes
para dejarme sola al llegar el invierno
y tu voz y tu cuerpo se hagan inalcanzables.
Construye empalizadas, levanta torreones,
abre vados y zanjas para que todo el reino
quede aislado del mundo
y no puedas hacerte de mi nido tu lecho.


1995


De: "Tránsito”

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