Nos dan un lirio y una navaja…
Nos
dan un lirio y una navaja
Y
un alma para ir a la escuela
Y
un letrero que promete
Raíces,
tallos y corola.
Nos
dan un mapa imaginario
Que
tiene la forma de una ciudad
Y
un reloj y un calendario
En
los que no consta nuestra edad.
Nos
dan el honor de maniquí
Para
dar cuerda a nuestra ausencia.
Nos
dan el premio de ser así
Sin
pecado y sin inocencia.
Nos
dan un barco y un sombrero
Para
hacernos un retrato.
Nos
dan entradas para el cielo
En
escena en un teatro.
Nos
peinan los cráneos yermos
Con
las pelucas de los abuelos
Para
que jamás nos parezcamos
A
nosotros cuando estamos solos.
Nos
dan un pastel que es la historia
De
nuestra historia sin enredo
Y
no nos suena en la memoria
Otra
palabra para el miedo.
Tenemos
fantasmas tan educados
Que
nos dormimos en su hombro
Sueños
vacíos, despoblados
De
personajes del asombro.
Nos
dan la tapa del evangelio
Y
un paquete de tabaco.
Nos
dan un peine y un espejo
Para
peinar a un macaco.
Nos
dan un clavel en la cabeza
Y
una rosa en la cintura
Para
que el cuerpo no parezca
La
forma del alma que lo busca.
Nos
dan un ataúd hecho de hierro
Con
embutidos de diamante
Para
organizar ya el entierro
De
nuestro cuerpo más adelante.
Nos
dan un nombre y un periódico
Un
avión y un violín.
Pero
no nos dan el animal
Que
clava los cuernos en el destino.
Nos
dan marineros de cartón
Con
sello en el pasaporte.
Por
eso nuestra dimensión
No
es la vida. Ni es la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario