La
noche alzada
Urdido
soy de noche y de deseo.
¡Qué negro respolandor, qué sombra huraña
preludian mi nacer! En una entraña
de oscurecido asombro me paseo.
¡Qué negro respolandor, qué sombra huraña
preludian mi nacer! En una entraña
de oscurecido asombro me paseo.
Buscador
del contacto, lo que creo
vive en mis dedos como pura hazaña
de ciego amor y cuerpo que no daña,
adolescente siempre en su jadeo.
vive en mis dedos como pura hazaña
de ciego amor y cuerpo que no daña,
adolescente siempre en su jadeo.
Con
un rubor temido, con un miedo
de encontrarme la cara y la medida
del ignorado espacio en donde ruedo
de encontrarme la cara y la medida
del ignorado espacio en donde ruedo
justa
en la luz y a su verdad ceñida,
alzo mi noche, -todo lo que puedo-,
ya sintiendo llorar mi amanecida.
alzo mi noche, -todo lo que puedo-,
ya sintiendo llorar mi amanecida.
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