Canción
del amor prohibido
Sólo
tú y yo sabemos lo que ignora la gente
al
cambiar un saludo ceremonioso y frío,
porque
nadie sospecha que es falso tu desvío,
ni
cuánto amor esconde mi gesto indiferente.
Sólo
tú y yo sabemos por qué mi boca miente,
relatando
la historia de un fugaz amorío;
y
tú apenas me escuchas y yo no te sonrío...
y
aún nos arde en los labios algún beso reciente.
Sólo
tú y yo sabemos que existe una simiente
germinando
en la sombra de este surco vacío,
porque
su flor profunda no se ve, ni se siente.
Y
así dos orillas tu corazón y el mío,
pues,
aunque las separa la corriente de un río,
por
debajo del río se unen secretamente.
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