Todo...
A José D. Frías
Sonámbula
y picante,
mi voz es la gemela
de la canela.
mi voz es la gemela
de la canela.
Canela
ultramontana
e islamita,
por ella mi experiencia
sigue de señorita.
e islamita,
por ella mi experiencia
sigue de señorita.
Criado
con ella,
mi alma tomó la forma
de su botella.
mi alma tomó la forma
de su botella.
Si
digo carne o espíritu,
paréceme que el diablo
se ríe del vocablo;
mas nunca vaciló
mi fe si dije "yo».
paréceme que el diablo
se ríe del vocablo;
mas nunca vaciló
mi fe si dije "yo».
Yo,
varón integral,
nutrido en el panal
de Mahoma
y en el que cuida Roma
en la Mesa Central.
nutrido en el panal
de Mahoma
y en el que cuida Roma
en la Mesa Central.
Uno
es mi fruto:
vivir en el cogollo
de cada minuto.
vivir en el cogollo
de cada minuto.
Que
el milagro se haga,
dejándome aureola
o trayéndome llaga.
dejándome aureola
o trayéndome llaga.
No
porto insignias
de masón
ni de Caballero
de Colón.
de masón
ni de Caballero
de Colón.
A
pesar del moralista
que la asedia
y sobre la comedia
que la traiciona,
es santa mi persona,
santa en el fuego lento
con que dora el altar
y en el remordimiento
del día que se me fue
sin oficiar.
que la asedia
y sobre la comedia
que la traiciona,
es santa mi persona,
santa en el fuego lento
con que dora el altar
y en el remordimiento
del día que se me fue
sin oficiar.
En
mis andanzas callejeras
del jeroglífico nocturno,
cuando cada muchacha
entorna sus maderas,
me deja atribulado
su enigma de no ser
ni carne ni pescado.
del jeroglífico nocturno,
cuando cada muchacha
entorna sus maderas,
me deja atribulado
su enigma de no ser
ni carne ni pescado.
Aunque
toca al poeta
roerse los codos,
vivo la formidable
vida de todas y de todos;
en mí late un pontífice
que todo lo posee
y todo lo bendice;
la dolorosa Naturaleza
sus tres reinos ampara
debajo de mi tiara;
y mi papal instinto
se conmueve
con la ignorancia de la nieve
y la sabiduría del jacinto.
roerse los codos,
vivo la formidable
vida de todas y de todos;
en mí late un pontífice
que todo lo posee
y todo lo bendice;
la dolorosa Naturaleza
sus tres reinos ampara
debajo de mi tiara;
y mi papal instinto
se conmueve
con la ignorancia de la nieve
y la sabiduría del jacinto.
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