martes, 24 de febrero de 2015

ÁNGELA FIGUERA AYMERICH


 

El fruto redondo

 

Sí, también yo quisiera ser palabra desnuda.
Ser un ala sin plumas en un cielo sin aire.
Ser un oro sin peso, un soñar sin raíces,
un sonido sin nadie...
Pero mis versos nacen redondos como frutos,
envueltos en la pulpa caliente de mi carne.

 

 

 

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