A Raúl Rivero
Llevo
un lirio fantástico, tremendo;
bello por fuera y por dentro malo.
Me espanta con su sed. Lo doy, lo vendo,
a cualquiera que pase lo regalo.
bello por fuera y por dentro malo.
Me espanta con su sed. Lo doy, lo vendo,
a cualquiera que pase lo regalo.
Que se
vaya a crecer; alto, derecho,
a la tierra más dura de otro hombro.
A mí me da dolor suelto en el pecho,
solitario y de pie como un escombro.
a la tierra más dura de otro hombro.
A mí me da dolor suelto en el pecho,
solitario y de pie como un escombro.
Me
estorba su reflejo empobrecido,
su no querer llegar a ser olvido,
su seda intolerable y cenicienta.
su no querer llegar a ser olvido,
su seda intolerable y cenicienta.
¡Quitádmelo
de aquí! Pronto... lo pido.
Haced un corazón ciego, abolido,
de este lirio que al fin se me aposenta!
Haced un corazón ciego, abolido,
de este lirio que al fin se me aposenta!
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