jueves, 23 de abril de 2015

ENRIQUE GONZÁLEZ MARTÍNEZ


 

Dat signum

 

¡Feliz instante! Del galán al peso,
la doncella al final rueda vencida,
sobre el césped que cómplice convida
del libre amor al inefable exceso.


Un cefirillo plácido y travieso
viene a avivar la lumbre ya encendida...
¿Qué mucho que ella al fin quede rendida
y que se escuche el estallar de un beso?

Un cercano rumor de pasos suena,
grana tardía a las mejillas brota,
huye el galán y acábase la escena;

y confusa al pensar en su derrota,
Casta suspira, y coge de la arena
un lazo azul... y la vasija rota...

 

 

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