Donde
estuvo la nube ya no hay nube;
los ojos, que la piensan.
Absoluto celeste, azul unánime
sin ave, sin su anécdota.
los ojos, que la piensan.
Absoluto celeste, azul unánime
sin ave, sin su anécdota.
Al
célico sosiego otro marino
sosiego le contesta.
sosiego le contesta.
Las
últimas congojas de la ola
playa se las consuela.
playa se las consuela.
Tanto
sollozo en leve espuma acaba,
y la espuma en la arena.
y la espuma en la arena.
Le
basta un color solo a tanto espacio,
sin vela que disienta.
sin vela que disienta.
El
mar va por el mar buscado azules
y a un azul los eleva.
y a un azul los eleva.
Está
el día en el fiel. La luz, la sombra
ni más ni menos pesan.
ni más ni menos pesan.
Dentro
del hombre ni esperanza empuja
ni memoria sujeta.
ni memoria sujeta.
El
presente, que tanto se ha negado,
hoy, aquí, ya, se entrega.
hoy, aquí, ya, se entrega.
¡Presente,
si, hay presente! Ojos absortos
felices le contemplan.
felices le contemplan.
El
tiempo abjura de su error, las horas,
y pasa sin saberlas.
y pasa sin saberlas.
Aves,
ondinas, callan, y de voces
vacío el aire dejan.
vacío el aire dejan.
La
dilatada anchura del silencio
de silencio se llena.
de silencio se llena.
Es el
vivir tan tenue, que no ata;
la cautiva se suelta.
la cautiva se suelta.
Por
las campiñas, ya, del puro ser
viene, va, se recrea.
viene, va, se recrea.
Está
el mundo tan limpio, que es espejo:
la escapada lo estrena.
la escapada lo estrena.
Radiante
mediodía. En él, el alma
se reconoce: esencia.
se reconoce: esencia.
Segunda,
y la mejor, surge del mar
la Venus verdadera.
la Venus verdadera.
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