El gozo alucinado
El
color se me adentra y no lo pinto;
La nota musical llega hasta el fondo
De la entraña cordial, y yo la escondo
En el sacro rincón de su recinto.
El árbol es aliento y no verdura,
Germinación de vuelo y no ramaje;
El ojo lo desliga del paisaje
Y lo clava en el dombo de la altura.
Apago soles y deseco ríos,
Borro matices y deshago formas,
Y en propio barro, quebrantando normas,
Modelo mundos para hacerlos míos.
Sobrepasa las cosas la mirada,
El sueño crece, lo real esfuma,
Y me embarco en las alas de la bruma
Corno en una galera aparejada.
La nota musical llega hasta el fondo
De la entraña cordial, y yo la escondo
En el sacro rincón de su recinto.
El árbol es aliento y no verdura,
Germinación de vuelo y no ramaje;
El ojo lo desliga del paisaje
Y lo clava en el dombo de la altura.
Apago soles y deseco ríos,
Borro matices y deshago formas,
Y en propio barro, quebrantando normas,
Modelo mundos para hacerlos míos.
Sobrepasa las cosas la mirada,
El sueño crece, lo real esfuma,
Y me embarco en las alas de la bruma
Corno en una galera aparejada.
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