miércoles, 23 de septiembre de 2015

MANUEL MARÍA FLORES




El beso



La luz de ocaso moribunda toca
Del pinar los follajes tembladores;
Suspiran en el bosque los rumores
Y las tórtolas gimen en la roca.

Es el instante que el amor invoca,
Ven junto a mí; te sostendré con flores,
Mientras roban volando los amores
El dulce beso de tu dulce boca.

La virgen suspiró; sus labios rojos
Apenas, "¡Yo te amo!" murmuraron,
Se entrecerraron lánguidos los ojos,

Los labios a los labios se juntaron
Y las frentes bañadas de sonrojos,
Al peso de la dicha se doblaron.




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