Sima
teológica
¿De
qué tamaño tendrá Dios
el
corazón?
¿Le
late a Dios, o
lo
tiene detenido?
Debe
ser más impresionante
que
la mezquita de
Casablanca
por adentro:
ya
me figuro el ventrículo izquierdo,
su
bóveda celeste tiñéndose de rosa,
las
amplias avenidas de aquellas venas cavas
y
el abismo de su aorta descendente,
o
el sonido de la válvula mitral
abriéndose
y cerrando su portazo
de
cuatrocientos chelos enfrenando al concierto.
Y
la sangre ¿ha de ser transparente?
Si
nosotros, pedestres, desplazamos
cinco
litros de sangre por minuto,
¿cuántos
desplaza Dios, si es que le late?
Si
nuestro corazón se mueve
y
toca sus tambores al margen de nuestra voluntad,
¿el
de Él ha conseguido toda su autonomía?
¿O
depende del capricho y del menor descuido?
¿Y
si no tiene Dios ni corazón ni páncreas,
ni
tejido esponjoso ni cerebro?
¿Y
si
Dios está vacío? ~
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