A Puerto
Rico (regreso)
Por
fin corazón, por fin
alienta con la esperanza,
que entre nubes de carmín,
del horizonte la confín,
ya la tierra a ver se alcanza.
alienta con la esperanza,
que entre nubes de carmín,
del horizonte la confín,
ya la tierra a ver se alcanza.
Luce
la aurora en oriente
rompiendo pardas neblinas,
y la luz, como un torrente,
se tiende por la ancha frente
de verdísimas colinas.
rompiendo pardas neblinas,
y la luz, como un torrente,
se tiende por la ancha frente
de verdísimas colinas.
Ya se
va diafanizando
de la mar la espesa bruma;
el buque sigue avanzando,
y va la tierra brotando
como Venus de la espuma.
de la mar la espesa bruma;
el buque sigue avanzando,
y va la tierra brotando
como Venus de la espuma.
Y
allá sobre el fondo oscuro
que sus montañas le dan,
bajo un cielo hermoso y puro,
mi bellísimo San Juan.
que sus montañas le dan,
bajo un cielo hermoso y puro,
mi bellísimo San Juan.
Y
aunque es ciudad amada
mis afecciones encierra,
con el alma entusiasmada,
yo no me acuerdo de nada
sino de ver esa tierra.
mis afecciones encierra,
con el alma entusiasmada,
yo no me acuerdo de nada
sino de ver esa tierra.
Perdonadle
al desterrado
ese dulce frenesí;
vuelo a mi mundo adorado,
¡y yo estoy enamorado
del la tierra en que nací!
ese dulce frenesí;
vuelo a mi mundo adorado,
¡y yo estoy enamorado
del la tierra en que nací!
Para
poder conocerla,
es preciso compararla,
de lejos en sueños verla;
y para saber quererla
es necesario dejarla.
es preciso compararla,
de lejos en sueños verla;
y para saber quererla
es necesario dejarla.
¡Oh!,
no envidie tu belleza,
de otra inmensa población
el poder y la riqueza
que allí vive la cabeza
y aquí vive el corazón.
de otra inmensa población
el poder y la riqueza
que allí vive la cabeza
y aquí vive el corazón.
Y si
vivir es sentir,
y si vivir es pensar,
yo puedo, patria, decir
que no he sabido vivir
al dejarte de mirar.
y si vivir es pensar,
yo puedo, patria, decir
que no he sabido vivir
al dejarte de mirar.
Que
aunque templado y suave
no vive, no, en el ambiente
el pez de las ondas nave
ni entre las ondas el ave,
ni yo de mi patria ausente.
no vive, no, en el ambiente
el pez de las ondas nave
ni entre las ondas el ave,
ni yo de mi patria ausente.
¡Patria!,
jardín del mar,
la perla de las Antillas
¡Tengo ganas de llorar!
¡Tengo ganas de besar
las arenas de tus orillas!
la perla de las Antillas
¡Tengo ganas de llorar!
¡Tengo ganas de besar
las arenas de tus orillas!
Si
entre lágrimas te canto,
patria mía, no te asombres,
porque es de amor ese llanto,
y ese amor es el más santo
de los amores del hombre.
patria mía, no te asombres,
porque es de amor ese llanto,
y ese amor es el más santo
de los amores del hombre.
Tuya
es la vida que aliento,
es tuya mi inspiración,
es tuyo mi pensamiento,
tuyo, todo sentimiento
que brote en mi corazón.
es tuya mi inspiración,
es tuyo mi pensamiento,
tuyo, todo sentimiento
que brote en mi corazón.
Que
haya en ti vida primero,
cuanto ha de fijarse en mí,
y en todo cuanto venero,
y en todo cuanto yo quiero
hay algo patria de ti.
cuanto ha de fijarse en mí,
y en todo cuanto venero,
y en todo cuanto yo quiero
hay algo patria de ti.
No,
nada importa la suerte
si tengo que abandonarte,
que yo solo aspiro a verte,
a la dicha de quererte
y a la gloria de cantarte.
si tengo que abandonarte,
que yo solo aspiro a verte,
a la dicha de quererte
y a la gloria de cantarte.
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