Mirando un sauce
Nadie
le pregunta al sauce
por qué
nace llorando
y hasta
nos complacemos
al
verlo esparcir su llanto
suave
como el andar de las ballenas
o esos
parajes tranquilos
adonde
van a morir los barcos.
El
sauce llora y el viento se demora
entre
sus hojas
como
queriendo beber de esa tristeza.
¿Y qué
sabemos de esas garzas
que se
pasan la vida
mirando
el agua y en el agua
el
reflejo del cielo y en el cielo
el pez
que no aparece?
Es tan
hermoso y sin embargo
nada
sabemos de las garzas
ni de
la tristeza de los charcos
ni del
verde llorar de las iguanas
o de
las lagartijas.
Nada
sabemos y no importa
mientras
podamos ver llorar el sauce
o esas
aves quietas
que se
pasan la vida
buscando
el pez del cielo
el
triste pez
que no
aparece.
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