Romance
del Duero
Río
Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente
o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
Tú,
viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y
entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quién
pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
a la vez quieto y en marcha
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río
Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada
sino
los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
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