Eres
tú, no las olas
«...tú
eres quien me acabas,
que
las olas no.»
Pedro
de Quirós
EL
mar es como un niño consentido:
sobre la arena arroja a las gaviotas
y echa a rodar entre las olas rotas
los últimos recuerdos del olvido.
sobre la arena arroja a las gaviotas
y echa a rodar entre las olas rotas
los últimos recuerdos del olvido.
Arrastra
ya el verano, malherido,
la desesperación de las derrotas.
Flota la luna en el poniente. Flotas
sobre mi corazón atardecido.
la desesperación de las derrotas.
Flota la luna en el poniente. Flotas
sobre mi corazón atardecido.
En
el rincón más fiel de la bahía
arde tu cuerpo entre mis manos, mientras
arroja el mar sus besos y sus babas.
arde tu cuerpo entre mis manos, mientras
arroja el mar sus besos y sus babas.
Baten
las grandes olas mi agonía
y, a su compás, me buscas y me encuentras.
Y eres tú, no las olas, quien me acabas.
y, a su compás, me buscas y me encuentras.
Y eres tú, no las olas, quien me acabas.
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