Sé
que no sabes que recuerdo tanto...
Sé
que no sabes que recuerdo tanto
tu
piel untuosa y pálida, amasada
con
fiebre y luna, y tu boca abrasada,
blanda
y jugosa y salada de llanto,
y
tu implorante gesto de quebranto,
sobre
tu frigidez crucificada
y
agradecida y tierna aunque insaciada,
y
mi esfuerzo patético entretanto,
y
el amor con que entonces se volvía
tu
largo cuerpo de impecable diosa
en
su halo de luz y denso efluvio
y
ofrecías sensual a mi porfía
la
masa de las nalgas prodigiosa,
guiando
mi mano hacia tu pubis rubio.
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