miércoles, 3 de septiembre de 2014

RUBÉN DARÍO



A Margarita Debayle

 

Margarita, está linda la mar,
Y el viento
Lleva esencia sutil de azahar;
Yo siento
En el alma una alondra cantar:
Tu acento.
Margarita, te voy a contar
Un cuento.

Este era un rey que tenía
Un palacio de diamantes,
Una tienda hecha del día
Y un rebaño de elefantes,
Un kiosco de malaquita,
Un gran manto de tisú,
Y una gentil princesita,
Tan bonita
Margarita,
Tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
Vio una estrella aparecer;
La princesa era traviesa
Y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
Decorar un prendedor,
Con un verso y una perla,
Y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
Se parecen mucho a ti:
Cortan lirios, cortan rosas,
Cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
Bajo el cielo y sobre el mar,
A cortar la blanca estrella
Que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
Por la luna y más allá;
Mas lo malo es que ella iba
Sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
De los parques del Señor,
Se miraba toda envuelta
En un dulce resplandor.

Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
¿Y qué tienes en el pecho,
Que encendido se te ve?"

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
"Fui a cortar la estrella mía
A la azul inmensidad".

Y el rey clama: "¿No te he dicho
Que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar".

Y dice ella: "No hubo intento:
Yo me fui no sé por qué
Por las olas y en el viento
Fui a la estrella y la corté".

Y el papá dice enojado:
"Un castigo has de tener:
Vuelve al cielo, y lo robado
Vas ahora a devolver".

La princesa se entristece
Por su dulce flor de luz,
Cuando entonces aparece
Sonriendo el buen Jesús.

Y así dice: "En mis campiñas
Esa rosa le ofrecí:
Son mis flores de las niñas
Que al soñar piensan en mí".

Viste el rey ropas brillantes,
Y luego hace desfilar
Cuatrocientos elefantes
A la orilla de la mar.

La princesita está bella,
Pues ya tiene el prendedor
En que lucen, con la estrella,
Verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar,
Y el viento
Lleva esencia sutil de azahar:
Tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
Guarda, niña, un gentil pensamiento
Al que un día te quiso contar
Un cuento.

 

 

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