Soneto
VIII
De
aquella vista buena y excelente
salen espíritus vivos y encendidos,
y siendo por mis ojos recibidos,
me pasan hasta donde el mal se siente.
salen espíritus vivos y encendidos,
y siendo por mis ojos recibidos,
me pasan hasta donde el mal se siente.
Entránse
en el camino fácilmente,
con los míos, de tal calor movidos,
salen fuera de mí como perdidos,
llamados de aquel bien que está presente.
con los míos, de tal calor movidos,
salen fuera de mí como perdidos,
llamados de aquel bien que está presente.
Ausente,
en la memoria la imagino;
mis espirtus, pensando que la vían,
se mueven y se encienden sin medida;
mis espirtus, pensando que la vían,
se mueven y se encienden sin medida;
mas
no hallando fácil el camino,
que los suyos entrando derretían,
revientan por salir do no hay salida.
que los suyos entrando derretían,
revientan por salir do no hay salida.
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