viernes, 27 de marzo de 2015

GUSTAVO SOLÓRZANO ALFARO


  

Pronunciarte

Déjame
que con mi última ternura
alfombre tus pasos que se van.
                               Vladimir Mayakovski
 

 
Déjame contarte, querida niña,
que no se me acabe la memoria.

Déjame abrirme en tu carne,
amoldarme a tus huesos,
herirme en tu alma.

Déjame sorber tus ojos
como rodajas de cielo fresco,
y déjame robar
la espina que sube a tu cuello.

Déjame contarte, querida niña,
de mis viajes terrenales
a la gruta del miedo
o al triste pasaje
de mis más guardados recuerdos.

Déjame decirte
que hoy sé de abismales presagios,
de tus manos asustadas
y tu cara de encino.

Déjame tomarte libre de tardes,
de coronas impías coronando tus senos.
Déjame tenerte entre mis labios...

... yo quisiera que oprimieras mis labios,
y así, jamás decirte que te quiero.


 

 

 

 

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