Las
palabras
Las
palabras no son de este mundo
sino cuando caen a tierra
semejantes a frutos o demonios.
Vivir ha sido convocarlas.
Tengo una sola almohada,
un sólo respaldar,
pero cuido mi vaso,
mi risa;
en la espesura de las hierbas inclino mi cabeza.
sino cuando caen a tierra
semejantes a frutos o demonios.
Vivir ha sido convocarlas.
Tengo una sola almohada,
un sólo respaldar,
pero cuido mi vaso,
mi risa;
en la espesura de las hierbas inclino mi cabeza.
Y
también he llorado,
pequeña,
mal agarrada a la vida.
pequeña,
mal agarrada a la vida.
Mirad:
la belleza de un oficio me ha encorvado.
la belleza de un oficio me ha encorvado.
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