domingo, 7 de junio de 2015

MARÍA ROSAL


  

Casandra


Desmedida en tu huella,
eres hija inocente
del desierto y las olas.
Azul incandescencia.
Remota en tus senderos,
en la cumbre perfecta
del racimo y los labios,
cíngulo de tu aliento,
dormido en las adelfas.

           ¿Eres diosa o camino?
           Mujer acaso. Y basta.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario