A Enrique González Martínez
Muchas
sendas hollé, muchos caminos
Solicitaron el afán creciente,
De contrastar los usos de la gente
Y confundirme con los peregrinos.
Mezclaba los sabores de los vinos
En cada clima caprichosamente,
Y yo no sé si ello fue prudente
O si mis pasos fueron desatinos.
Había que buscar la ruta cierta
Y ceñir el desborde con el dique.
Volví cansado, procuré la puerta...
Y déjame, poeta, que lo explique
Como quien se despoja y se liberta:
Tú estabas a la puerta, claro Enrique.
Solicitaron el afán creciente,
De contrastar los usos de la gente
Y confundirme con los peregrinos.
Mezclaba los sabores de los vinos
En cada clima caprichosamente,
Y yo no sé si ello fue prudente
O si mis pasos fueron desatinos.
Había que buscar la ruta cierta
Y ceñir el desborde con el dique.
Volví cansado, procuré la puerta...
Y déjame, poeta, que lo explique
Como quien se despoja y se liberta:
Tú estabas a la puerta, claro Enrique.
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