Ceniza
La lluvia lenta
la lenta lluvia que se eterniza
bajo la tarde que muere en calma,
y en pertinacia tenaz, tamiza
lenta ceniza dentro del alma.
Yo mismo ignoro qué es lo que siento…
Todo es propicio para el momento:
bajo la lluvia que alza oraciones,
se oyen más claros los esquilones
de mi convento...
de ese convento de mi tristeza,
donde una monja suspira y reza.
Y a qué negarlo: pienso en su olvido...
¡Ah de las cosas que ya se han ido!
A qué negarlo:
aquel olvido yo se lo pago
con recordarlo.
Esta tristeza de duro ceño,
tras ultra vida será un gran sueño...
¿más cuándo?... ¿cuándo?...
Yo soy anhelo que va llorando;
yo soy complejo;
yo soy un niño dentro de un viejo.
La tarde enferma que muere en calma;
la lenta lluvia que se eterniza...
¡Cuánta ceniza dentro del alma!...
De: Voces de órgano
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