Introito
El
viento que las eras con blando soplo rasa,
llevó la paja inútil, en la estación estiva,
y henchí el pequeño troje con la simiente escasa
que por su malla tosca dejó pasar la criba.
Tal vez no todo es trigo; tal vez del troj rebasa
los bordes, la cizaña que se escurrió furtiva:
asi la mano torpe que el pan de vida amasa,
mezcla a la harina a veces levadura nociva.
Amor, desdén… ¡qué importa! Lo que estos versos llevan,
no bastar. por cierto para endulzar el vino
ni acibarar el agua de que los otros beban.
Es lo que va quedando de una vida cansada
que anduvo siempre a tientas, sin hallar su camino,
y que ahora regresa sin haber hecho nada.
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