Pequeña
elegía
Por
el valle claro
vienen a enterrar
al hombre que nunca
divisó la mar.
Era
un campesino
de lento mirar
mediero tranquilo
de la soledad.
Cosechó
los trigos
de ajena heredad
y se fue apagando
corazón en paz.
Era
casi tierra,
casi claridad,
casi transparente
rama de verdad.
Tuvo
una alegría:
la de cosechar.
Tuvo una tristeza:
ya no sabe cual.
Por
el valle claro
lo despedirán
tréboles y alfalfas
de verde mirar.
Aguas
del estero
dirán un cantar
por el campesino
que nunca vio el mar.
Cuando
lo sepulten,
alguien llorará.
y en el valle puro
todo será igual.
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