sábado, 7 de diciembre de 2024

MARIO BENEDETTI

 

 

 

 

Hasta mañana

 



Voy a cerrar los ojos en voz baja

voy a meterme a tientas en el sueño.

En este instante el odio no trabaja

para la muerte que es su pobre dueño

la voluntad suspende su latido

y yo me siento lejos, tan pequeño

 

que a Dios invoco, pero no le pido

nada, con tal de compartir apenas

este universo que hemos conseguido

 

por las malas y a veces por las buenas.

¿Por qué el mundo soñado no es el mismo

que este mundo de muerte a manos llenas?

 

Mi pesadilla es siempre el optimismo:

 me duermo débil, sueño que soy fuerte,

 pero el futuro aguarda. Es un abismo.

 

No me lo digan cuando me despierte.

 

 

 

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