jueves, 27 de marzo de 2014

MIGUEL DE UNAMUNO


  


 

Te da en la frente el sol de la mañana
Recién nacido, pálida doncella,
Misteriosa visión, fugaz estrella,
Que te derrites en la luz. Hermana


De la que nace cuando la campana
Tocando a la oración doliente sella
La fatiga de un día más, la mella
Que sume el alma en la mortal desgana.


El alba y el ocaso cruzan manos,
Y así, a la silla de la reina, al día
Ya la noche, rendidos soberanos,


Los llevan a enterrar. Triste sería
Que al despertar de nuestros sueños varios
Luz y sombra lucharán a porfía.

 

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