jueves, 4 de septiembre de 2014

RUBÉN DARÍO



De otoño

 

Yo sé que hay quienes dicen: ¿por qué no canta ahora
Con aquella locura armoniosa de antaño?
Esos no ven la obra profunda de la hora,
La labor del minuto y el prodigio del año.

Yo, pobre árbol, produje al amor de la brisa,
Cuando empecé a crecer, un vago y dulce son.
Pasó ya el tiempo de la juvenil sonrisa:
¡Dejad al huracán mover mi corazón!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario