lunes, 4 de enero de 2016

MÓNICA LANERI



  
Mutaciones



La esquina
es la misma
de siempre.
La mirada cambia
(porque sabemos
que nunca nos iremos
que nunca nos fuimos).
La esquina es la misma,
cambiaron los ojos
y tiñe-des-tiñe la memoria.
Como la infancia
y los recuerdos
cambian,
se multiplican,
se dividen,
suman,
se sustraen,
se pierden.
Y, sin embargo,
los mismos.
Y es nada,
también la misma.
Mutaciones de ojos,
de recuerdos,
de paisajes.
Es necesario creer para ver.


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