No nos pidas la palabra que contenga por entero
No
nos pidas la palabra que contenga por entero
nuestro ánimo sin forma y con letras de fuego
lo declare y resplandezca como el azafrán
perdido en medio de un campo polvoriento.
¡Ah, el hombre que se marcha tan seguro,
el amigo de todos y de sí mismo,
descuidando su sombra que el tórrido calor
imprime en un descascarado muro!
No nos pidas la fórmula que pueda abrirte mundos,
sí alguna sílaba torcida y seca como una rama.
Hoy podemos decirme sólo esto:
lo que no somos, lo que no queremos.
nuestro ánimo sin forma y con letras de fuego
lo declare y resplandezca como el azafrán
perdido en medio de un campo polvoriento.
¡Ah, el hombre que se marcha tan seguro,
el amigo de todos y de sí mismo,
descuidando su sombra que el tórrido calor
imprime en un descascarado muro!
No nos pidas la fórmula que pueda abrirte mundos,
sí alguna sílaba torcida y seca como una rama.
Hoy podemos decirme sólo esto:
lo que no somos, lo que no queremos.
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