Noche de vendimia
Era de
tanto amor la noche aquella
que hasta el alba rompió su compromiso
de clausurar las sombras y no quiso
partir la noche y apagar la estrella.
que hasta el alba rompió su compromiso
de clausurar las sombras y no quiso
partir la noche y apagar la estrella.
Subió a
su boca el vino y puso en ella
tan breve y embriagante paraíso
que, robando a sus labios el permiso,
busqué su rastro y apuré su huella.
tan breve y embriagante paraíso
que, robando a sus labios el permiso,
busqué su rastro y apuré su huella.
Tantas
veces mezclamos vino y beso
que, al fin, el sueño la rindió, por eso
le sirvieron mis brazos como almohada.
que, al fin, el sueño la rindió, por eso
le sirvieron mis brazos como almohada.
Y
cuando pudo el sol alzar el vuelo
estaba rojo, como el vino, el cielo
y azul, como sus ojos, la alborada.
estaba rojo, como el vino, el cielo
y azul, como sus ojos, la alborada.
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