Tres cosas le encantaban
Tres
cosas le encantaban a él:
los
pavos reales blancos, las oraciones vespertinas
y
los desteñidos mapas de América.
No
soportaba los mocosos chillones,
ni
la mermelada de frambuesa con su té,
ni
la histeria femenina
...y
estaba atado a mí.
(1911)
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