Los escritos vuelan
El
satén de las páginas que se hojean en los libros modela
una
mujer tan hermosa
Que
cuando no se lee se contempla a esa mujer con tristeza
Sin
atreverse a hablarle sin atreverse a decirle que es tan hermosa
Que
lo que se va a saber no tiene precio
Esta
mujer pasa imperceptiblemente entre un rumor de flores
A
veces se vuelve en medio de las estaciones impresas
Para
preguntar la hora o mejor aún simula contemplar unas
joyas
bien de frente
Como
no hacen las criaturas reales
Y
el mundo se muere una ruptura se produce en los anillos de aire
Un
desgarro en el lugar del corazón
Los
diarios de la mañana traen cantantes cuya voz tiene el color de la
arena
en las riberas tiernas y peligrosas
Y
a veces los de la tarde dan paso a muchachas que conducen
animales
encadenados
Pero
lo más bello está en el intervalo de ciertas letras
Donde
unas manos más blancas que el cuerno de las estrellas a mediodía
Saquean
un nido de blancas golondrinas
Para
que llueva siempre
Tan
bajo tan bajo que las alas no puedan ya mezclarse
Unas
manos por donde se sube hasta unos brazos tan leves
que
el vapor de los prados en sus graciosas volutas por
encima
de los estanques es su imperfecto espejo
Unos
brazos que no se articulan más que con el peligro excepcional de un
cuerpo
hecho para el amor
Cuyo
vientre llama a los suspiros desprendidos de los matorrales
llenos
de velos
Y
que sólo tienen de terrestre la inmensa verdad helada de los trineos de
miradas
sobre la extensión toda blanca
De
lo que no volveré a ver más
A
causa de una venda maravillosa
Que
es la mía en el juego de la gallina ciega de las heridas
No hay comentarios:
Publicar un comentario