Poema
de la verdad profunda
Tú
no entiendes, amigo, tú no entiendes.
Deja que te lo explique, no en palabras
que con palabras no se entiende a nadie
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Así oscura y claramente
lo siento yo:
A mí no me perturba la Rosa de los Vientos.
Bello es el Sur, pero también el Norte
tiene belleza.
Para mi casa en noche está la luna
y con mi vida puedo henchir la tierra
cuando la tierra es árida.
Sé vivir en el viento y en la nube
y beber el agua sobre las hojas.
No siempre se ha de estar alto, como Aldebarán.
Hay que saber doblarse sin partirse.
Saber leer, y luego
saber romper la copa.
La ciudad puede, alguna vez, ser selva.
¿Qué importa así o de otro modo?
Bebiendo sol y salitre en alto mástil de barco
o en presidio.
Me da igual.
Donde quiera estoy yo.
A
salvo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario