El
paseo
El
cielo espejea entre los árboles.
Los
árboles se imaginan
que
están a orillas de un lago color violeta.
Nosotros
advertimos el engaño
y a
grandes voces espantamos a los árboles
como
si se tratara
de
unos altos pájaros verdes
que
hubieran escondido
en
el plumaje
la
otra pierna.
Cuando
volvemos a casa
empieza
a holgar en mi cabeza
el
sombrero de copa de la noche.
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