El
pecador
Pecó,
mas es el pecador sereno
que sofoca el sollozo en la garganta,
y que a los labios, sin temblar, levanta
la rebosante copa de veneno.
que sofoca el sollozo en la garganta,
y que a los labios, sin temblar, levanta
la rebosante copa de veneno.
Manchó
su excelsa clámide en el cieno
del mal. Y al cabo de flaqueza tánta,
ningún remordimiento lo quebranta,
ni lo sonroja el parecer ajeno.
del mal. Y al cabo de flaqueza tánta,
ningún remordimiento lo quebranta,
ni lo sonroja el parecer ajeno.
Lleva
ocultas las lágrimas consigo,
y erguido lleva el corazón doliente
cual un pendón de reto enarbolado.
y erguido lleva el corazón doliente
cual un pendón de reto enarbolado.
Y
acepta la amargura del castigo,
con la misma altivez con que sonriente
probó todo el deleite del pecado.
con la misma altivez con que sonriente
probó todo el deleite del pecado.
Versión de Miguel
Rasch-Isla
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