A la
memoria de Josefina
1
De lo
que fue un amor, una dulzura
sin par, hecha de ensueño y de alegría,
sólo ha quedado la ceniza fría
que retiene esta pálida envoltura.
sin par, hecha de ensueño y de alegría,
sólo ha quedado la ceniza fría
que retiene esta pálida envoltura.
La
orquídea de fantástica hermosura,
la mariposa en su policromía
rindieron su fragancia y gallardía
al hado que fijó mi desventura.
la mariposa en su policromía
rindieron su fragancia y gallardía
al hado que fijó mi desventura.
Sobre
el olvido mi recuerdo impera;
de su sepulcro mi dolor la arranca;
mi fe la cita, mi pasión la espera,
de su sepulcro mi dolor la arranca;
mi fe la cita, mi pasión la espera,
y la
vuelvo a la luz, con esa franca
sonrisa matinal de primavera:
¡Noble, modesta, cariñosa y blanca!
sonrisa matinal de primavera:
¡Noble, modesta, cariñosa y blanca!
2
Que
te amé sin rival, tú lo supiste
y lo sabe el Señor; nunca se liga
la errátil hiedra a la floresta amiga
como se unió tu ser a mi alma triste.
y lo sabe el Señor; nunca se liga
la errátil hiedra a la floresta amiga
como se unió tu ser a mi alma triste.
En mi
memoria tu vivir persiste
con el dulce rumor de una cantiga,
y la nostalgia de tu amor mitiga
mi duelo, que al olvido se resiste.
con el dulce rumor de una cantiga,
y la nostalgia de tu amor mitiga
mi duelo, que al olvido se resiste.
Diáfano
manantial que no se agota,
vives en mí, y a mi aridez austera
tu frescura se mezcla gota a gota.
vives en mí, y a mi aridez austera
tu frescura se mezcla gota a gota.
Tú
fuiste a mi desierto la palmera,
a mi piélago amargo, la gaviota,
¡y sólo morirás cuando yo muera!
a mi piélago amargo, la gaviota,
¡y sólo morirás cuando yo muera!
No hay comentarios:
Publicar un comentario