martes, 27 de enero de 2015

ISRAEL CLARÁ

 

Locus amoenus
 

En las doradas cúspides del sueño,
donde la piel redobla su ternura,
donde el beso resigue tu textura
y mi cuerpo reclama a su otro dueño,

donde el deseo es huésped halagüeño
y la muesca caricia en la hendidura,
donde el tacto remonta su espesura
y la vida renace de su empeño,

donde estás tú y el labio no censura
el agravio más grande o más pequeño,
donde la ausencia siempre es la tortura

y tu presencia un bálsamo hogareño,
allí quiero morir, en la segura
tranquilidad del sueño de tu sueño.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario