La cabalgata
Todo
el día he estado cabalgando
este
caballo. Un animal vigoroso
y
suave al tacto. Es como trotar con el lobo,
la
zorra, sus patas, su cabello largo.
Galopando
con esa intensidad me
aficiono
al óvulo, al ovario entero,
todos
los huevecitos de mi cariño
y
de a poco cuatro poderosos brazos
me
levitan, sientiéndome cómoda,
sin
peso, suelta, suspendida y estas ganas
de
estar, solo estar, la mera presencia
y
brillo como un hallazgo de oro
en
mitad de la cueva o un incendio
de
guirnaldas en medio del bosque.
Todo
el día.
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