martes, 28 de abril de 2020

ERNESTO KAHAN





A las ocho el alto el fuego



A las ocho el alto el fuego. Paisaje de ciudad

14 de Agosto, 2006, día del alto el fuego en la Guerra del Líbano

Van 9 minutos y en el horizonte hay silencio,
el árbol que toca mi balcón trina con jilgueros y nuevo color.
Los oigo bien, muy bien, son el fondo de la brisa que anuncia
la vida y camino despacio para no despertar las fuerzas del mal,
pero camino,
es mi manera de sentir que no es mentira.
Tres pantallas muestran los frentes en la televisión:
No hay hongos de humo en Haifa, no hay llamas en Tiro
y en la frontera
¡Oh los bordes alambrados! sigue la tensión
y ahora el alto el fuego…

Camino despacio…
Pienso en esas dos ciudades que están sobre el mar
¡Oh el mar, que se enamora rítmicamente de ellas!
Y camino para escuchar el silencio que tienen las notas
de "La Pastoral"
Pero el hombre es hombre y no se olvida
y en el norte cada uno canta lo que cree es su victoria
y en el sur un misil nos recuerda que allí todavía hay guerra.

Camino haciendo círculos en regreso
y llego a mi taza de café
¡Oh el café, aroma de mañanas para los que despiertan
con planes y programas!
Aroma de pena para los enlutados sin consuelo,
los padres que entierran a sus hijos soldados.

Ocho horas y 33 minutos,
una cadena de tanques de guerra regresa a casa,
una cola sin fin de estrategas golpea las puertas de la prensa,
en las oficinas de los partidos políticos se preparan los discursos,
los obreros de reconstrucción llevan palas y cemento
para la ciudad, nuevas comisiones,
nuevos comités de evaluación
y la preparación para próxima guerra.

La ciudad despierta para continuar su evolución humana
testigo del ser gregario sin compasión,
asfalto, brisa de mar del mediterráneo,
soldados que se abrazan a las ocho y cuarenta
y yo sigo caminando
y David Grossman el escritor por la paz enterrará su hijo
esta tarde y no sus escritos,
y tomaré otro café ciudadano
y cuando esté convencido,
y sonriendo y con panes saliendo del horno,
daré volumen a las notas de La Pastoral.

Nueve horas y treinta minutos,
las bombas siguen en silencio ¡QUE BUENO!
Pero están siendo guardas en la ciudad.

Paisaje del hombre gregario…
Siglo XXI, desde que ayer comenzamos a contar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario