martes, 30 de marzo de 2021

JAIME TORRES BODET

 

 


Voz




Tú me llamaste al íntimo rebaño
-única voz que manda cuando implora-
mientras la burla despreciaba el daño
y florecía, en el cardal, la aurora.

Era la intacta juventud del año.
Principiaban el mes, el día, la hora...
Y el corazón, intrépido y huraño,
te oía sin creerte, como ahora.

¡Ay!, porque -desde entonces-, ya disperso
sobre la vanidad del universo,
a cada paso, infiel, te abandonaba

y con cada promesa te mentía 
y con cada recuerdo te olvidaba 
¡y con cada victoria te perdía!

 



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