domingo, 5 de abril de 2020

RAFAEL POMBO




Al remo



¡Al remo! Aquí está todo. En tu barquilla
ojos alerta y el deber por norte,
mima y guarda tu propia e íntima corte,
nombre y hogar, sin mancha ni rencilla:

¡Y remar! Que si el mundo te acribilla
tu obra, tu amor, tu mundo te conforte;
ni hay mal que el tiempo alígero no acorte
cual borra las visiones de la orilla

Si el agua corre al mar, y tú con ella
a otro más hondo, y ya llegó la tarde,
y ya la noche mística destella,
dale aún al remo, nada te acobarde.

Que al derrumbarse tu onda en el abismo
quien te aguarda no es él, sino Dios mismo:
Dios que sordo a gruñidos de blasfemo
te oyó invocarlo humilde al son del remo



No hay comentarios:

Publicar un comentario