Duermevela
Un cuerpo claro se desplaza limpiamente en el
cielo. Usted enciende sus motores y despega vertical. Ya en plena aceleración,
corrige su trayectoria y se acopla con ella en el perigeo.
Hizo un cálculo perfecto. Se trata de un
cuerpo de mujer que sigue como casi todas una órbita elíptica.
En el momento preciso en que los dos van a
llegar a su apogeo, suena el despertador con retraso. ¿Qué hacer?
¿Desayunar a toda velocidad y olvidarla para
siempre en la oficina? ¿O quedarse en la cama con riesgo de perder el empleo
para intentar un segundo lanzamiento y cumplir su misión en el espacio?
Conteste con toda sinceridad. Si acierta le
enviamos a vuelta de correo y sin costo alguno, la reproducción del cuadro que
Marc Chagall ha pintado especialmente a todo color para los lectores
interesados en el tema.
De: “Variaciones sintácticas”
en “Palíndroma”
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