martes, 16 de febrero de 2021

LUIS ANTONIO DE VILLENA

 


 

Epinicio



Salta al aire, y arde al sol en un brillo encendido.
El músculo se estira victorioso. Ondea el pelo rubio, 
y bailan sedas de agua sobre una piel de oro. 
Bulle un río, y el cuerpo es la sed de una batalla. 
Los brazos se alargan, y las piernas armoniosas
y brillantes. Se cierra un bosque al cerrar los ojos.
Cantan las manos. El cuerpo adolescente reta al aire.
Como un himno se eleva la figura, y se ondula. 
El pelo nada, la piel seduce al ámbar, y el impulso
se transforma en joven música encendida. Salta ahora.
Y es todo victoria. Quien saltó y quien baja es otro distinto.
Y va más allá el milagro porque es otro el que mira.

 

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