El planeta Venus velado
Levantó
la tapa de la doceava casa. Se asomó, cometa con su estela de fuego, floración
nocturna que hizo estallar yemas secretas de la noche a la mañana. Surgió del
agua estancada como barco que boga en el muro: la popa también está encendida,
las llamas corren sobre el casco creando en la espuma el reflejo de lo que el
incendiario ha provocado. En aquel año, de unos brotes ocultos en el sótano de
la cárcel, le salieron manos que nunca habían tocado; traían en la palma un
pequeño bosque en llamas, y de sortija, la alianza de los que saben de
cautiverios.
Los
mapas del cielo dibujan sus arabescos y órbitas en el recinto del corazón.
De: “A flor de labios (plaqueta)”.
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