sábado, 9 de junio de 2012

JESUS AGUADO




6. Lo que dices de mí me obliga a contestarte...



Lo que dices de mí me obliga a contestarte,
lo que digo de ti te obliga a contestarme:
de tanto tú venir hasta mi casa,
de tanto yo acudir hasta la tuya
se va abriendo un camino.
* * *
Se va abriendo un camino
que recoge tus huellas y las mías
y las cura y las mima y les da de comer
y cuando ya están fuertes y seguras de sí
las lleva a la espesura
Se va abriendo un camino que nos anda
y dice lo que dices y dice lo que digo.
* * *
Y cada vez son más: un millón de caminos
(un millón de palabras, un millón de silencios),
el mapa de una historia que al vivirla nos vive.
* * *
Un mapa que exploramos para que nos explore:
dos territorios anchos como el cielo y la tierra
que se buscan, se abrazan, se respiran,
se logran vehementes, se confunden,
se duermen enlazados.
* * *
Un mapa que estudiamos para que nos estudie
(piratas codiciosos interpretando signos)
porque ambos escondemos un tesoro
que el otro ansía tanto descubrir.
* * *
Lo que dices de mí
                                 es un collar de huellas,
y un vestido de huellas, y un cinturón de huellas,
y pendientes de huellas, y sandalias de huellas.
* * *
Lo que dices de mí
                                  es un reloj de huellas
que al consultarlo anuncia
la hora en punto de la eternidad.
* * *
Lo que dices de mí me lleva a la espesura
y me abandona; luego
me canta una canción para orientarme
y canta otra canción para ahuyentar las fieras.
Yo me embarco en su voz hasta que fluye
bajo mis pies un río que me deja a su lado.
* * *
Cuando una huella vuelve como río al camino
que la había llevado a la espesura
ya no es ella la alumna que temblaba.
Ahora ya es más sabia que el camino
y le ayuda a aprender esta lección:
cómo ir por el mundo
sin pagar el peaje de unas huellas.
* * *
Lo que dices de mí
son monedas de huellas que debo devolverte
como mar, como río, como lluvia,
como dardo de agua estallando en tu boca,
como dardo de lágrimas acertando en tu boca,
como dardo de nieve acallando tu boca.
* * *
De tu casa a la mía hay un camino:
si lo miras atento es el de siempre,
si lo miras atento y además
permites que el camino te observe atentamente
cada día es distinto.
* * *
Quien le venda los ojos al camino
que va desde su casa a otra casa cualquiera
queda a merced del zombi,
a merced de las zanjas de la muerte
(Que convierten entonces el camino
en trincheras, en tumbas, en túneles, en trampas).
* * *
Lo que dices de mí
le abre los ojos al camino
que va desde tu casa hasta mi casa.
* * *
Lo que dices de mí me lleva a donde estás
(una parte de mí que se queda conmigo,
otra parte de mí que se marcha a tu lado)
y me aloja en su casa y me llena de huellas
que un río fugitivo borrará turbulento.
* * *
Lo que dices de mí
pone un mapa en mis manos,
me empuja con dulzura
y me pone en camino en un camino.


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