¿Ojos
abiertos?
¡Que
diáfana es esta mañana en el campo!
¡qué deslumbrante su ojo de fuego
tejiendo en mis manos
la Luz imborrable!
Efímeros, mi cuerpo y talante
se regocijan en la magnitud,
en la presencia tibia y remota
de su cuerpo invulnerable.
No quiero mirarlo, ni preciso hacerlo,
me basta sentir, en toda mi humanidad,
el tacto dulce y perfecto
de su manantial inagotable.
¡qué deslumbrante su ojo de fuego
tejiendo en mis manos
la Luz imborrable!
Efímeros, mi cuerpo y talante
se regocijan en la magnitud,
en la presencia tibia y remota
de su cuerpo invulnerable.
No quiero mirarlo, ni preciso hacerlo,
me basta sentir, en toda mi humanidad,
el tacto dulce y perfecto
de su manantial inagotable.
De: "Patria Sangrante Aldea Enloquecida"
("¿Ojos abiertos?", poema seleccionado en el Concurso Carpe Diem del Centro de Estudios Poéticos y publicado en la antología Carpe Diem, Madrid, Septiembre 2011.)
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