Pasa
el tiempo y suspiro porque paso,
aunque yo quede en mí, que sabe y cuenta,
y no con el reloj, su marcha lenta
nunca es la mía bajo el cielo raso.
aunque yo quede en mí, que sabe y cuenta,
y no con el reloj, su marcha lenta
nunca es la mía bajo el cielo raso.
Calculo,
sé, suspiro, no soy caso
de excepción y a esta altura, los setenta,
mi afán del día no se desalienta,
a pesar de ser frágil lo que amaso.
de excepción y a esta altura, los setenta,
mi afán del día no se desalienta,
a pesar de ser frágil lo que amaso.
Ay,
Dios mío, me sé mortal de veras.
Pero mortalidad no es el instante
que al fin me privará de mi corriente.
Pero mortalidad no es el instante
que al fin me privará de mi corriente.
Estas
horas no son las postrimeras,
y mientras haya vida por delante,
serás mis sucesiones de viviente.
y mientras haya vida por delante,
serás mis sucesiones de viviente.
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