Podrías 1
Si
no eres la persona libre que quieres ser, busca un lugar donde puedas contar la
verdad sobre ello. Contar cómo te va con todo. La franqueza es como una madeja
que se produce a diario en el vientre, tiene que desenrollarse en algún lado.
Podrías susurrar de cara a un pozo. Podrías escribir una carta y mantenerla
guardada en la gaveta. Podrías escribir una maldición en una cinta de plomo y
enterrarla para que nadie la lea por mil años. No se trata de encontrar un
lector, se trata de contar. Piensa en una persona de pie, sola en un cuarto. La
casa está en silencio. La persona lee un pedazo de papel. No existe nada más.
Todas sus venas se pasan al papel. Toma la pluma y escribe en él unos signos
que nadie más va a ver, le confiere así como una plusvalía,
y
todo lo remata con un gesto
tan privado y preciso como su propio nombre.
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